Ummo orbita la estrella que nosotros conocemos como Wolf 424 que está a 14,4 años luz de
nuestro sol. La historia cuenta que accidentalmente, los Ummitas detectaron una señal, la cual rastrearon hasta nuestro planeta. Ellos ya habían detectado nuestro planeta con anterioridad,
pero creían que la Tierra a la que ellos llaman: “Ooyagaa”, no tenía vida.
La señal que se
mandó de nuestro planeta al espacio, fue identificada como la transmisión de un
navío de investigación científica noruego. El barco envió esta señal a
la ionosfera entre el 5 y 7 de febrero de 1934.
Estaba dirigida a Terranova, Canada, pero por un caso fortuito de la historia, salió disparada al
espacio. Era un mensaje en clave Morse y tomó 14 años en llegar a Ummo. Investigaciones posteriores confirmaron la existencia del navío, la
transmisión de la frecuencia entre esas fechas y que ese año, 1934. Una nota aparte, sería que la
ionosfera en esa época de 1934 estaba en sus mínimos.
Entre las
cientos de cartas que dejaron escritas los Ummitas acá en la Tierra, cuentan que luego de recibir la señal y tratar
de decodificarla, cosa que no consiguieron, el consejo de sabios que gobierna
su mundo, decidió mandar seis naves discoidales a nuestra estrella, en la que hasta el momento, ellos no tenían catalogado que existiera ninguna civilización.
Llegaron a nuestro
sistema solar en marzo de 1950 y a la Tierra, el día 28 del mismo mes, aterrizando muy cerca de La Javie
en los Bajos Alpes franceses.
Ocultaron las naves en un sector
boscoso cerca de unos campos y ese
lugar, fue su primera base de operaciones.
Eran
un grupo de 6 seres – 2 femeninos, 4 masculinos y conformaba el primer grupo
de investigación.
Entre varias de las cartas que quedaron en la Tierra, ellos dijeron:
“Estamos entre ustedes
mezclados con la población de distintos países. Nos fue posible estudiar su
idioma, roles y costumbres. Tenemos rasgos morfológicos similares a la especie
sapiens sapiens. Podemos desenvolvernos en la Tierra sin necesidad
de identificarnos. No hemos venido a perturbarles. Nuestra misión es estudiar la
milenaria cultura de su planeta de exótica riqueza. Nos ha impresionado sobre
todo la gran variedad de costumbres etnográficas de su mundo. Su prodigioso
avance en el área de las manifestaciones artísticas, único aspecto en el que
ustedes nos superan con sensible desnivel. También nos interesa estudiar los
demás planetas de su sistema solar.”
En otras cartas, son más de cien, cuentan que aunque hay un gran parecido entre nosotros y ellos, desde
el punto biológico somos incompatibles. También, que no nos pueden dar
tecnología avanzada, porque la utilizaríamos para nuevas armas. Que con sus máquinas,
pueden reproducir molécula a molécula cualquier objeto en la cantidad que lo
deseen. Cuentan que en su mundo, UMMO, hay una sola lengua y un solo gobierno y
que es tan perfecto su orden, que impide cualquier forma de dictadura. En las
cartas también cuentan que en un futuro, no dicen cuanto tiempo, vamos a
llegar a donde ellos llegaron. En otras, que si quisieran tomar la
Tierra, les bastaría muy pocos de ellos para con su alto poder tecnológico,
poner de rodillas a los líderes, pero que esto lo harían solo para mejorar las
condiciones de vida de la población y reeducarla bajo enseñanzas morales de Jesús
de Nazaret. Por ahora no ven necesidad de hacerlo, dicen y agregan, solo nos
propondría el argumento moral de intervenir, cuando detectemos riesgo inminente
de la destrucción de su sociedad, por armas nucleares, de plasma o
biotecnológicas. En tal caso, tenemos un plan de contingencia desde 1975 para
evitar el suicidio colectivo.
Su fisonomía, se confundiría
con un humano nórdico rubio, de ojos azules y alto.
Se dice que viven
camuflados entre nosotros sin ser detectados y en 1965 comenzaron el contacto
por medio de llamadas telefónicas y cartas con un grupo de 20 personas que
ellos mismos seleccionaron en España.
En
la primavera de 1967, los Ummitas le
dijeron a 3 de sus contactados que una nave de UMMO aterrizaría a las afueras
de Madrid para recoger a algunos de ellos y llevarlos de vuelta a su planeta. Esta
nave fue vista a la luz del día, un poco antes del atardecer, en tres
lugares separados en los suburbios de Madrid. También hay documentos
que afirman que en ese tiempo, Benjamín Solari Parravichini, conocido pintor y
profeta argentino, estaba reunido con amigos en su casa de Buenos Aires, hablando sobre ovnis y que Parravichini dijo:
“Ustedes en verdad no
creen pero creen. Les voy a dar una prueba” seguidamente mencionó a su santo
preferido San José y predijo “Ellos volaran sobre un apartado de Madrid llamado
San José y además sobre un colegio con el mismo nombre.” A los pocos días, los
diarios españoles pusieron en los titulares: Platillo volador fue visto sobre
Madrid sobrevolando la colonia de San José de Valderas.
Un grupo numeroso de
personas lo observó y lo fotografió. El objeto estuvo suspendido sobre un largo
rato sobre el colegio San José.
Otro
contactado importante fue el investigador OVNI Antonio Ribera. Lo contactaron
en el año 1969. Ribera ya había escuchado sobre ellos, pero guardó silencio
durante 6 años y en 1975 decidió hablar sobre su experiencia.
Hay muchos
investigadores que llegaron a la conclusión que este caso es real. Pero se dice
que estos extraterrestres siempre desearon que su existencia no pasara de
cierto limito de conocimiento o que su caso pareciera falso, así trabajan sin
ser molestados.
Dejaron varios documentos que se pueden encontrar en la Red,
sobre su planeta, su ciencia, su modo de gobierno. Hasta recomendaciones para
los gobiernos de la Tierra.
Sitio al que se le puede recurrir por más
información:
www.ummo-ciencias.org
Hay cien cartas en cuatro idiomas:
francés, inglés, italiano y español.
)+(
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